Este año,
Pichincha seguirá siendo la segunda provincia con
mayor representación parlamentaria. La gran novedad de estas elecciones es que,
como disponen la nueva Constitución y la ley electoral, por primera vez se
dividirá a las provincias más pobladas (Guayas, Pichincha y Manabí) en
distritos. La provincia de Pichincha contará con cuatro circunscripciones: tres
en el cantón Quito y una en los demás cantones de Pichincha. La provincia
elegirá a 16 asambleístas, cuatro en el distrito 1 (Quito norte), cinco en el 2
(Quito sur), cuatro en el 3 (parroquias rurales de Quito) y tres en el 4 (otros
cantones de Pichincha). La distritalización modifica el juego electoral y
obliga a las diferentes fuerzas políticas a adaptarse a esta nueva realidad. El
presente artículo se concentrará en los distritos que se encuentran en Quito (1,
2 y 3). Si bien es imposible adivinar el resultado final, más aún cuando
todavía faltan 25 días de campaña, algunos indicios pueden indicarnos las
tendencias electorales.
El distrito 1
El distrito 1 (Quito
norte) es donde la contienda será más cerrada: hay sólo cuatro escaños en
juego y nueve grandes figuras políticas tras una curul en la Asamblea. El
Movimiento PAÍS presenta a tres candidatos de peso en esta circunscripción: dos
asambleístas salientes (Paco Velasco y Fernando Bustamante) y una exconcejala y
exministra (Ximena Ponce). Casi todos los partidos de oposición tienen a una
figura fuerte encabezando sus respectivas listas en este distrito: María Paula
Romo (Ruptura), Fausto Cobo (Sociedad Patriótica), Andrés Páez (ID-CREO), y
César Montúfar (Concertación-SUMA), todos diputados salientes. A estos
candidatos se añaden Gustavo Larrea, exministro de Correa, por la Coordinadora Plurinacional
para la Unidad de las Izquierdas, y Santiago Guarderas (electo diputado en 2006)
por el Partido Social Cristiano.
En lo que
respecta a los posicionamientos políticos, cinco de los principales candidatos se
reivindican de izquierda: tres del correísmo (Paco Velasco, Ximena Ponce y
Fernando Bustamante) y dos antiguos aliados de Correa de la izquierda de
oposición (Gustavo Larrea y María Paula Romo). Los cuatro restantes, entre ellos
Fausto Cobo y César Montúfar, pertenecen a la derecha. Andrés Paéz y Santiago
Guarderas son dos desertores ideológicos. El primero fue electo por la
Izquierda Democrática en 2009. Sin embargo, su partido no pudo inscribirse en
el CNE y está profundamente dividido: una parte, dirigida por Dalton
Bacigalupo, apoya a Rafael Correa, la ID de Loja apoya a Alberto Acosta y la
facción dirigida por Henry Llanes y Andrés Páez optó por Guillermo Lasso, el candidato predilecto de la derecha. Hoy día, la Izquierda Democrática que dirige Páez
no tiene nada de izquierda ni de democrática. ¿Qué diría Rodrigo Borja al ver
que el partido al que entregó su vida se alía con la derecha plutocrática? En
cuanto a Santiago Guarderas, decano de la facultad de jurisprudencia de la
PUCE, fue electo diputado en 2006 por la RED, un partido de izquierda fundado por
León Roldós y actualmente dirigido por su sobrina, Martha Roldós, parte de la
Unidad Plurinacional que apoya a Alberto Acosta (de hecho Martha Roldós es
candidata en el puesto número 3 de la lista nacional de la Coordinadora para la
Asamblea). Sin embargo, Guarderas decidió presentarse esta vez por el Partido
Social Cristiano (¿WTF?), dando un giro de 180 grados en su posicionamiento
político y adoptando el populismo penal típicamente socialcristiano.
El escenario es
particularmente difícil para la oposición: el método d’Hont, que regirá para
las próximas elecciones, favorece a los partidos más votados. En este caso, lo
más probable es que PAÍS se haga con dos o incluso tres de los cuatro escaños
en juego. Eso dejaría dos o sólo uno a los seis principales candidatos de la
oposición. En estas condiciones, la mejor posicionada es María Paula Romo
(Ruptura) que encabezó la lista de PAÍS en Pichincha en 2007 para la Asamblea Constituyente
y en 2009 para la Asamblea Nacional. En ambas ocasiones obtuvo la votación
individual más alta de la provincia. Su popularidad en Quito ha sido muy elevada desde su elección
a la Constituyente en 2007 (se rumorea incluso que la dirección de Pichincha de
PAÍS le rogó en 2009 que se presentara a las primarias del movimiento para la alcaldía
de Quito, ya que para muchos parecía una mejor opción que Augusto Barrera, pero
se negó). Es probable que su votación individual sea, una vez más, la más alta,
a pesar de su salida de PAÍS: María Paula Romo sigue concitando gran aprecio entre
los quiteños y las quiteñas y su popularidad se mantiene intacta en la capital.
El desafío para Ruptura es transformar esta fuerte popularidad personal en
votos por toda la lista del movimiento, puesto que con el método d’Hondt el
voto individual tiende a diluirse y los votos en plancha incrementan las
posibilidades de hacerse con un escaño.
En suma, mi
pronóstico es el siguiente:
Primera
posibilidad: tres escaños para PAÍS (Velasco, Ponce y Bustamante) y uno para
Ruptura (Romo).
Segunda
posibilidad: dos escaños para PAÍS (Velasco y sea Ponce, sea Bustamante), uno
para Ruptura (Romo) y uno para otro partido de oposición (no me aventuro a
adivinar el cuarto nombre).
Por supuesto,
estos son pronósticos, es decir que, por definición, pueden estar errados, pero
me parecen los dos resultados más probables. No son predicciones, sino esfuerzos
por definir las tendencias electorales.
El distrito 2
La situación es
muy diferente en el distrito 2 (Quito sur), donde están en juego cinco escaños.
En esta circunscripción la fragmentación es menor y la pelea se concentrará
entre PAÍS y la Coordinadora Plurinacional, especialmente el Movimiento Popular
Democrático. El sur de Quito es un bastión tradicional del MPD. Este partido y la
Unidad Plurinacional escogieron a una candidata fuerte para encabezar su lista
en este distrito: Natasha Rojas. Posee un perfil clásico para los dirigentes
del MPD: primero dirigente estudiantil en organizaciones en buena parte bajo el
control del partido (presidenta de la FESE-Pichincha y la FEUE-Quito) y luego dirigente
barrial (presidenta de la Confederación Unitaria de Barrios del Ecuador). Natasha
Rojas encabezó sin éxito la lista de candidatos a concejales de Quito por el
MPD en 2009. Pero la circunscripción en juego era toda la ciudad, incluidas las
parroquias rurales de Quito. Esta vez, la distritalización le permite al MPD
concentrar sus energías en su zona de mayor influencia electoral (Quito sur) y
así maximizar sus posibilidades de obtener al menos un escaño en toda la
provincia de Pichincha. En pocas palabras, es probable que Natasha Rojas
resulte electa.
Por su lado,
PAÍS presenta dos asambleístas salientes a la reelección, Virgilio Hernández y
Paola Pabón, al igual que a una exconstituyente, María José Carrión. La fuerza
de PAÍS es muy grande en el sur y el movimiento tiene la ventaja de tener
candidatos fuertes en este distrito que, por lo demás, es el que más escaños
otorga en la provincia, mientras que los partidos de oposición (salvo el MPD) tienen a sus
cuadros más importantes en las demás circunscripciones de la provincia, especialmente
Quito norte.
La gran piedra
en el zapato de los candidatos correístas en el sur puede ser el caso de los
diez de Luluncoto, sobre el que el MPD puede capitalizar. El MPD está
presentando este caso (con toda razón, me parece) como una persecución política
del gobierno contra el MPD y la Coordinadora en general, especialmente en el sur
de Quito, donde el partido tiene mayor influencia en la provincia y donde se
encuentra justamente el barrio de Luluncoto.
En este
contexto, algunas acciones del municipio de Quito, dirigido por Augusto
Barrera, miembro de PAÍS, pueden ser vistas como mecanismos para atraer el voto
del electorado del sur para los candidatos correístas, desde decisiones que
pueden parecer tan triviales como el traspaso del concurso de años viejos del
norte al sur de Quito por primera vez, hasta la ceremonia de entrega de
terrenos del ministerio de Defensa al municipio para la construcción del
terminal sur del metro, presidida por Correa. Es cierto que estaba previsto
desde hacía tiempo que se construiría la estación sur del metro en la Magdalena antes que la
estación norte en el Labrador. Pero no parecen coincidencia el boato con el que
se realizó la ceremonia de traspaso de los terrenos, la presencia de candidatos
de PAÍS, como Virgilio Hernández, el que se tratara del último acto público de
Correa como presidente, antes de que al día siguiente empezara su licencia para
dedicarse a la campaña, y que la ceremonia fuera seguida por un recorrido de
Correa y los candidatos de PAÍS por el distrito sur de Quito.
En resumen, este
es mi pronóstico para el distrito 2 de Pichincha:
Primera posibilidad:
tres escaños para PAÍS, dos para el Coordinadora.
Segunda posibilidad:
tres escaños para PAÍS, uno para la Coordinadora, uno para un tercer partido.
Podría pasar
que PAÍS sólo obtenga dos escaños, pero me parece poco probable: el método d’Hondt
le será de gran ayuda. Tal vez logre hasta cuatro. En todo caso, me parece que,
pase lo que pase, Virgilio Hernández y Paola Pabón tienen asegurada la
reelección y Natasha Rojas probablemente gane un escaño. El resto es más
difícil de determinar.
El distrito 3
En el distrito
3 (parroquias rurales de Quito) se distribuirán cuatro escaños. PAÍS cuenta con
dos candidatas conocidas: María Augusta Calle, diputada saliente, y Soledad Buendía,
asambleísta alterna de César Rodríguez y luego ministra coordinadora de la
Política. Probablemente ambas resulten electas. PAÍS podría ganar un tercer escaño gracias al método d'Hondt.
La mayoría de
partidos carecen de candidatos conocidos en esta circunscripción, con excepción
de Patricio Zuquilanda (excanciller de Lucio Gutiérrrez, PSP) y Gustavo
Vallejo, director de la Corriente de los Socialistas Revolucionarios (Coordinadora
de Izquierdas).
En suma, PAÍS
probablemente obtenga al menos alrededor de la mitad de los escaños de la provincia, tal
vez más: dos o tres en el distrito 1, unos tres en el distrito 2, unos dos en el distrito
3 y por lo menos uno en el distrito 4. Ruptura podría conseguir dos
asambleístas: María Paula Romo (1) y Betty Amores (4); y el MPD por lo menos una
(Natasha Rojas, distrito 2). El resto es difícil de determinar. Lo más probable
es que PAÍS siga siendo el partido más votado en Quito y en toda la provincia,
pero si obtiene un número extremadamente alto de asambleístas no será tanto por
un descomunal apoyo popular, sino sobre todo por el método d’Hondt que le
favorece. La fórmula de asignación de escaños podría maquillar un eventual deterioro electoral de PAÍS.
Alexis, qué nos puedes comentar ya con los resultados (temporales) dados? Otra pregunta, además de correa en el 2007, ¿cuál fue la última vez que un candidato ganó en primera vuelta? según lo que pude investigar, Velasco Ibarra en su primera presidencia (no pude encontrar información si había segunda vuelta pero ganó con el 80%)
ResponderEliminarBueno, creo que mi análisis se quedó un poco corto, por dos razones:
Eliminar- Subestimé un poco el efecto del método d'Hondt. Sí vaticinaba que la fórmula de asignación de escaños favorecería a PAÍS, pero nunca imaginé que tanto. Según el conteo rápido de Participación ciudadana, PAÍS se llevaría 3/4 escaños en Quito norte, 4/5 en Quito sur, 3/4 en Quito rural y 3/3 en el resto de Pichincha.
- Sobre todo, subestimé el efecto de arrastre de la candidatura presidencial de Lasso, que permitió a CREO, gracias a los votos en plancha, convertirse en la segunda fuerza política de Pichincha (y del país), y así obtener, según parece, 3 escaños. Esto perjudicó a otros partidos que tenían candidatos a la asamblea igual o más fuertes, pero que no tuvieron un candidato presidencial con el mismo arrastre (es lo que impidió, por ejemplo, a María Paula Romo o a Natasha Rojas entrar a la Asamblea).
Sobre la victoria en primera vuelta:
EliminarEn realidad, en el Ecuador, para ser electo presidente, es requisito tener mayoría absoluta de los votos, y por lo tanto está prevista una segunda vuelta si ningún candidato lo logra en la primera, sólo desde 1978. Antes, no había segunda vuelta, pues no se exigía tener la mayoría absoluta de los votos. Todos los presidentes anteriores a Jaime Roldós fueron electos en primera vuelta, algunos con mayoría abosluta, otros con mayoría simple.
Correa es el primer presidente en ser electo en primera vuelta (2009 y 2013) desde Velasco Ibarra en 1968 (ganó con mayoría simple porque no se necesitaba una segunda vuelta, que se instituyó en la siguiente elección, la de 1978-79).
Sin embargo, Correa es el primero en ser electo en primera vuelta y con mayoría absoluta desde Carlos Arroyo del Río en 1940 (53% de los votos).
Finalmente, con el resultado de este año (56 y pico por ciento), Correa es el presidente electo con mejor mayoría absoluta en primera vuelta desde Velasco Ibarra en 1934 (efectivamente, como dices, 80% de los votos).